domingo, 21 de junio de 2009

Entrevista #2


¿Nombre de la institución para la que trabajaste y cuál era tu rol?

Aldea infantil Westafalia Kinderworf. Era la psicóloga responsable de todo el equipo de psicología. Tenía muchas funciones algo de clínico, por las terapias individuales; algo de social, con terapias del arte a los adolescentes con quienes tienes que conversar mucho lo que sienten, ya que el adolescente busca ello, el niño cuidado y el adulto compañía ; algo de organizacional y un poquito de educativo, en el que veía qué técnicas usar para que aprendan más rápido para ayudar a sus problemas de memoria y atención. Por otro lado, estaba a cargo de los profesores y los orientaba en cómo manejar a sus alumnos.

¿ Qué problema había con los profesores?

No sabían cómo abordar ciertos problemas y se cerraban ante ellos, a que todo lo que estaba fuera de los parámetros estaba mal. Tal vez algunas potencialidades las veían como malo y cortan al chico. Incluso a la hora de participar, si el quería hacerlo mucho le negaban esa opción.

¿Qué tipo de niños van a esta aldea, es decir en qué condiciones van?

Niños que han sufrido riesgo social, violencia familiar(psicológica y física). Niños provenientes de zonas con alto índice de pandillas. Y antes de que ellos se expongan a ello, nosotros, en asociación con el Estado evaluábamos el caso, si es que tenían entre 3 y 8 años para que puedan entrar a la aldea.

¿Cuál es el rol de tus emociones frente a estos niños, al sentirte identificada o tocada con un caso en especial?

Eso fue lo difícil. Desde un principio quisieron más una psicóloga que una asistenta social, ya que ella hubiera llenado más la aldea de niños, mientras que la psicóloga si los hubiera evaluado primero. Por eso me mandaban a mi y me decían: “ No tiene que tener retardo mental, ni autismo, tiene que estar sano dentro de lo posible. Y, sobretodo, que llegue a una inteligencia normal promedio”. Ha habido pocos casos de fronterizos.

¿Qué piensas al respecto?

Por qué discriminarlos. Sin embargo, en parte lo entendía porque es una aldea de campo abierto, con árboles y mucho espacio, lo que implicaría mucho más cuidado con otro tipo de niños. Buscábamos niños que aprendan a valerse por sí solos.

¿Y por qué eran escogidos a partir de los tres años?

No tenemos los medios necesarios para niños menores, cosas como cunas, pañales o biberones.

¿Tenías apoyo de otros psicólogos? ¿De qué manera te ayudaban?

Tenía una psicóloga operante, que era como mi asistente. Se regía a las cosas que le mandaba mientras yo estaba en Lima. Ver si los chicos avanzaban con sus actividades, si surgía algún problema en las casa. Ella no estaba encargada del todo, ya que era bachiller, todavía no tenía licenciatura. Sin duda alguna, en campo era muy experta, quizá conocía más a los niños, ya que convivía más con ellos.

¿Cuándo llegaste a la aldea tuviste que amoldar tu perfil como psicóloga a la aldea o encajaste perfecto?

Me tuve que amoldar. En la aldea estaba acostumbrados a algo más rígido. Y venía con mi terapia de arte, con la narración oral de cuentos como método de sanación, expresión corporal.

¿Qué te deja el haber estado en esta aldea, tanto como persona y como psicóloga?

Una experiencia magnífica. Una suerte de contra transferencia, que me ayudó a desarrollar un lado de maternidad, porque no solo era tratar al chico como psicóloga, porque ves como los chicos crecen y aprenden, que chico se ve contento, cual no porque no fue su visita, ya que algunos reciben visitas de sus familiares. Como vas entrando en contacto con ellos y te cuentan sus cosas y a veces se cierran y los calmas, les echas perfumes y se van relajando y son cosas que no aprendes en la universidad. Una excelente transferencia.

Sé que eres humanista, pero ¿ Te cierras solo a esa corriente?

No me parece que un psicólogo deba ceñirse a una sola corriente, porque debemos ser muy flexibles ante todo. Utilizo mucho análisis transaccional, porque es una escuela fácil de seguir, clasificaciones interesantes. Igual pienso que el psicoanálisis es la base. Y bueno la terapia de arte que tú yo compartimos que me parece sensacional y que tiene mucho de psicoanálisis. He utilizado algo de conductual.

Para cerrar, después de todo lo que has vivido me gustaría que me digas para ti ¿qué es ser un psicólogo?

Es ser flexible, no juzgar, ser abierto y paciente a cada mundo interno. Es una tarea muy interesante porque no vas a encontrar una persona igual a la otra, por más que hayan nacido el mismo día. Es ver lo que te dice el lenguaje verbal, corporal y ver que mensaje te está mandando. Todo eso es ser un psicólogo.
Gisela Yovera - Westafilia Kinderworf -

No hay comentarios:

Publicar un comentario